Jeremy London, cirujano cardíaco, sobre cómo afecta la menopausia al corazón: "La mayor parte del impacto se debe a la disminución de estrógenos"
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El corazón de las mujeres experimenta un punto de inflexión con la llegada de la menopausia. Aunque muchas mujeres identifican esta etapa con el fin del ciclo menstrual, lo cierto es que los cambios hormonales que conlleva también influyen directamente en la salud cardiovascular. A partir de los 50 años, el riesgo de enfermedad cardíaca se iguala al de los hombres, algo que se relaciona con el descenso de estrógeno.
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, antes de la menopausia las mujeres presentan menos incidencia de infartos y accidentes cerebrovasculares que los hombres. Sin embargo, tras el cese de la producción hormonal, este equilibrio se pierde. A los 65 años, las cifras se equiparan y, en casos de menopausia precoz —es decir, antes de los 45 años—, el riesgo se dispara. Así lo refleja el metaanálisis publicado en JAMA Cardiology, que asocia esta condición con un aumento de la mortalidad cardiovascular y general.
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El cirujano cardíaco Jeremy London, con más de 25 años de experiencia clínica, ha explicado en su cuenta de TikTok que el principal desencadenante de estos cambios es la caída de los niveles de estrógeno. “La mayor parte del impacto se debe a la disminución esperada de estrógeno”, señala. Esta hormona, según detalla, promueve la producción de óxido nítrico, una sustancia que ayuda a relajar las paredes de los vasos sanguíneos y mantiene su flexibilidad.
Al reducirse esta función, los vasos tienden a endurecerse, lo que puede derivar en hipertensión arterial, uno de los factores más relevantes en la aparición de infartos. Además, el estrógeno actúa directamente sobre el hígado al favorecer la expresión de receptores de colesterol LDL —conocido como “colesterol malo”—, lo que ayuda a mantener sus niveles bajos. Sin esta acción, el riesgo de acumulación de placas en las arterias aumenta considerablemente.
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Jeremy London también advierte que la menopausia afecta a otros aspectos del equilibrio metabólico. La caída hormonal contribuye a una acumulación de grasa visceral, y a un descenso del metabolismo de la glucosa. Este conjunto de factores favorece un estado de inflamación crónica que puede afectar al sistema cardiovascular.
“El estrógeno es un potente antiinflamatorio y la menopausia disminuye la capacidad de una mujer para equilibrar este aumento del estado inflamatorio”, detalla el especialista. Esto puede traducirse en un mayor estrés oxidativo y en una progresiva alteración de los mecanismos de protección del corazón y los vasos sanguíneos.
Cómo proteger el corazón tras la menopausiaFrente a este panorama, el cirujano propone una serie de estrategias para reducir el riesgo cardiovascular en mujeres menopáusicas. “Una dieta basada en alimentos integrales ayuda a controlar la inflamación sistémica”, afirma. Además, recomienda realizar ejercicio físico de forma constante para mantener la masa muscular y favorecer un metabolismo más eficiente.
Otro de los pilares fundamentales es el descanso nocturno. “Un sólido programa de higiene del sueño es clave para el descanso y la recuperación”, subraya. En conjunto, estos hábitos pueden contribuir a contrarrestar el impacto que la menopausia tiene sobre la salud del corazón, especialmente en mujeres con factores de riesgo previos o antecedentes familiares. La Universidad de Harvard también coincide en la necesidad de monitorizar de cerca la salud cardiovascular de las mujeres a partir de los 50 años, recordando que la menopausia no solo es un cambio hormonal, sino también un punto crítico para la prevención de enfermedades del corazón.
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